Los rostros de las Salas de Lectura... ¡Yucatán!


Es necesario mirar estas fotografías a detalle, lentamente, para descubrir quienes son los mediadores de Salas de Lectura. Es un material que, a diferencia del que los fotógrafos profesionales, requiere tiempo y atención para comprender su sentido: ¿quiénes son estos voluntarios sencillos y generosos que decidieron abrir su espacio para que los demás puedan acercarse a los libros?

Con su vida cotidiana observará que los mediadores de sala combinan estrechamente la labor social, abren las puertas de su casa o buscan lugares adecuados para dedicar las horas no laborales a compartir sus saberes. Las actividades que deciden realizar son de lo más variadas: leer en el piso, sobre una frazada o en el tianguis; bailar en la cocina, representar una obra de teatro en el jardín, elaborar manualidades sobre una tabla en el garaje, entre otras cosas. Cada mediador escoge el rumbo que tomará su Sala.

Los mediadores de salas son dinamizadores de la cultura… Ellos crean algo nuevo cuando en sus Salas de Lectura, se renuevan las relaciones de la comunidad o del barrio. En la comunicación que se da en estos lugares entre el mediador y los usuarios renacen vínculos sociales extintos o en peligro de desaparecer, el barrio tiene por fin en las Salas de Lectura un lugar en donde es posible convivir, la comunidad, guiada por el mediador, se reserva un espacio para sí misma acompañada de los libros.

Los usuarios

No es una obligación asistir a las Salas de Lectura y la participación en ellas es gratuita: no obstante, los usuarios se comprometen a su manera con el mediador: son constantes, cuidan los libros y los regresan. La reciprocidad que se da en el encuentro entre mediadores y usuarios es lo que otorga gran dignidad a las Salas de Lectura.

La cultura se produce a través de un proceso agitado de apropiación y creación de formas (de organización, de materiales, de prácticas, etcétera) que se añaden a las preexistentes o las sustituyen. Así se construye la cultura de cada pueblo. Las Salas de Lectura son un área dinámica en la que, alrededor de los libros, se reinventan las formas sociales de convivencia. Los ciudadanos que abren sus espacios para instalar una Sala de Lectura se desempeñan como promotores culturales, bibliotecarios, cuentacuentos, coreógrafos, maestros…

Esta muestra de fotografías tomadas en las Salas de Lectura nos permite asomarnos a una realidad, o mejor dicho, a muchas realidades distintas en las que se nos revela la enorme voluntad creativa de la que es capaz la sociedad civil.

Doctora Sarah Corona




Y las Salas de Lectura en Yucatán tuvieron una gran presencia en esta exposición fotográfica ya que contó con tres fotografías dentro de esta selección: dos de la sala de lectura 31128 de Verónica Garcia y una de la sala 31150 de Alejandrina y Delta Pérez.

¡Felicidades, en hora buena!






"Los rostros de las salas de lectura"





Primer encuentro Internacional de Salas de Lectura.

Martes 9 de septiembre de 2009


Auditorio de la Biblioteca Vasconcelos.


"LOS ROSTROS DE LAS SALAS DE LECTURA"

¿Quiénes son?, ¿en dónde están?, ¿de verdad existen?, son las preguntas que solemos escuchar cuando nos referimos a los voluntarios de todo el país que dedican parte de su tiempo y recursos a compartir la lectura en sus comunidades como mediadores de las Salas de Lectura; una labor de la que se apropian, como en el caso de la señora Nieves, de Jalisco, o mamá Teo, de Morelos, que construyeron una casa expresamente para albergar una Sala de Lectura.

A lo largo de 14 años de experiencia del Programa Nacional de Salas de Lectura hombres y mujeres han edificado sus experiencias alrededor de los libros, al acompañar generosa y pacientemente a otros en su formación como lectores. Esta tarea no encuentra límite para imaginar el mejor espacio posible donde ubicar una Sala de Lectura: el hogar, el taller mecánico, el tianguis, la cárcel, incluso un panteón no hay límite.




La exposición “Los rostros de las Salas de Lectura.” da cuenta de los universos en que estos mediadores se desempeñan a lo largo del territorio mexicano. Gran parte de las fotografías que la conforman han sido tomadas por los mismos protagonistas, usuarios y mediadores de las Salas, y captan situaciones que comúnmente se dan en estos espacios donde se lee, escribe, juega, reflexiona; testimonios visuales que reflejan la necesidad de constatar que la lectura es un bien al alcance de todos capaz de engrandecer el mundo propio.

Son los rostros cotidianos de las Salas de Lectura, desde Mexicali hasta Mérida: reclusos, amas de casa, maestros, jubilados, escritores, estudiantes y principalmente niños que se apoderan de las salas con su natural alegría de vivir, imaginar y de leer.




El material de esta muestra fotográfica se obtuvo mediante el primer Censo Evaluación Nacional de Salas de Lectura, que la Dirección General de Publicaciones llevó a cabo en marzo de 2009, en coordinación con la Universidad de Baja California y un equipo multidisciplinario de investigaciones del que forma parte la doctora Sarah Corona. Ella promovió la idea de implementar un registro fotográfico a fin de enriquecer los informes finales del censo y recuperar la experiencia de los usuarios de las Salas y sus comunidades. Esto nos permite adentrarnos en sus espacios cotidianos más queridos, en los que atesoran y comparten los libros y la palabra.

Con esta exposición el PNSL del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes celebra los resultados de un trabajo compartido entre sociedad civil, instituciones públicas y privadas, y gobiernos estatales. Las salas de Lectura son, en muchos casos, los únicos espacios de acceso al libro en las comunidades más alejadas.



¿En dónde están? ¿Quiénes son? Te invitamos a que los conozcas. ¡Bienvenido!



Sala de lectura de Juana Ubaldina Rodriguez, Mexicali, Baja California Norte.

Sala de Lectura de la maestra Beba, Torreon, Coahuila.



Sala de Lectura Ricardo Garibay, de Yaneth García Villeda, Actopan, Hidalgo.




Sala de lectura El mundo de las letras, de Valeria Fábregas,
Santa María Ahuacatitlan, Morelos.





Consuelo Sáizar Guerrero.
Presidenta.

Laura Emilia Pacheco.
Directora General de Publicaciones.

Fernando Álvarez del Castillo A.
Director General de Bibliotecas.

Socorro Venegas
Directora General Adjunta
De Fomento a la Lectura y el Libro.

Federico Hernández Pacheco.
Director de la Biblioteca Vasconcelos

Sarah Corona.
Gustavo Emilio Rosales.
Blanca Espinosa Espinosa.
Gina Cruz.
Antonieta Cruz.
Curaduría

Ericka Raquel León Juaréz
Actividades Culturales
De la Biblioteca Vasconcelos

Escritura y suicidio




Ivi May Dzib
Apuntes de un escribidor

2009-09-10


Quien piense que escribir una obra literaria es un momento de relajación en el que se está a salvo del mundo, se equivoca; escribir no es nada cómodo, sino un ejercicio de tensión en el que se transpira la desesperanza, el odio y la pasión, aunque al final, muy al final (y en pequeños atisbos durante el proceso), se halla una luz en el camino, no es masoquismo, sino una fórmula para sentirse purificado, otra forma de canalizar la vida.

Cuántas veces no se ha dejado la vida y se ha terminado en el desencanto, ya que no se encuentra el soporte para concluir nuestro trabajo; cuántos cafés, cuántas noches, cuántas diversiones se han pasado por alto por unas palabras que al final de cuentas no siempre redituarán en un logro mediático, sino en poesía o literatura, literatura de verdad, creo que a eso se refieren con sacrificio.

No basta con escribir 20 líneas en forma de verso para decir “hoy escribí 5 poemas” y luego aventurarse en el Play Station: la vida de personajes y no de seres programados por una industria están en juego.

La literatura es un proceso tan vívido que necesariamente el que lo escribe tiene que salir lacerado, no puedes jugar con la vida sin salir ileso. El problema es que mucha gente sale más afectada de lo que debería de ser, la mayoría de las veces por patologías psiquiátricas, particulares formas de vida en la infancia y en la adolescencia y en algunos casos (muy poéticamente) porque el destino los había elegido.

Pienso en Argentina (ahora que ando leyendo a Veronese), y lo primero que se me viene a la memoria es Alejandra Pizarnik, poeta de altos vuelos, cuya juventud y adicción a los fármacos muchos lo pasaron por alto gracias a su talento, un talento marcado por la depresión.

El 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba un fin de semana fuera de la clínica psiquiátrica donde estaba internada, Pizarnik se mató de una sobredosis de seconal, tenía 36 años.

Otra argentina que también se suicidó y tenía su mundo en la poesía fue Alfonsina Storni, quien compartió además la vida artística y cultural del grupo “Anaconda” con Horacio Quiroga y otros escritores. La poesía de Storni se inscribió en el postmodernismo latinoamericano.

El 23 de octubre, viajó a Mar del Plata; dos días después, alrededor de la una de la madrugada, Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió al mar, donde se dice caminó hasta llegar a su muerte. Esa mañana, dos obreros descubrieron el cadáver en la playa, la poeta murió a los 46 años.

La historia del uruguayo Horacio Quiroga, uno de los narradores más importantes de Latinoamérica, es por más singular, de esas vidas que se dice “fueron marcadas por el destino”: su padre murió en un accidente de caza (el escritor, siendo un niño, vio cómo se produjo tal accidente); su padrastro y posteriormente su primera esposa se suicidaron; además, Quiroga mató accidentalmente de un disparo a su amigo Federico Ferrando. Ante todo esto se puede entender el papel que juega la muerte en sus cuentos, donde los personajes perecen con un horror y naturalidad, de tal manera que pareciera que Quiroga ya está acostumbrado a dialogar con la muerte.

El 19 de febrero de 1937, Horacio Quiroga apareció muerto por ingestión de cianuro, poco después de enterarse que sufría de cáncer gástrico. Su hija tiempo después también se suicidó.

Así como éstos podemos hablar de muchos otros casos de suicidio y literatura como el de Virginia Wolf, Kostas Karyotakis, José Agustín Goytisolo, Sylvia Plath, Jack London, Reinaldo Arenas y muchos otros.

No es mi intención apologizar el suicidio ni mucho menos dar a entender que hay que tener patologías psiquiátricas para poder crear literatura, sólo hago referencias a algunos escritores que he leído y que considero que su literatura es sumamente valiosa, ya que la aqueja ese dolor humano que no cualquiera es capaz de contener en las palabras.

Tampoco es mi intención hacer una biografía de cada uno de los autores de los que he hecho mención, mi único fin es hablar, como escribidor, del riesgo que contiene la creación de una obra de arte, aunque hablo de aquellas en donde en verdad está en juego la vida y el mundo.






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Promoción de la lectura





04/09/2009

Del libro Te amo, lectura (Natacha)


Promoción de la lectura


La maestra propuso algunos libros para leer y sugirió que podían armar equipos para realizar los trabajos o, simplemente, compartir las lecturas.

Sin embargo, por alguna razón, los equipos se dividieron de manera que los varones escogieron Tom Sawyer y las niñas: El Principito.

- ¡Tom Sawyer, si quiere, le re-rompe la cara al Principito! (Jorge).

- ¡Sí, nene! ¡Y el principito le tira con un planeta que lo revienta! (Sabrina)promocion-a-la-lectura-11

- ¡Bien, Sabrina! (Natacha).

- ¡Ja, chicos, miren lo que dijo! ¡Los planetas no se pueden tirar, nenita! (Rubén).

- ¡Callate, Rubén, que siempre pedís ayuda en ciencias naturales! (Pati).

- ¡¿Y qué tiene?! (Rubén).

- ¡Que te hacés el que sabés cómo se tiran los planetas! (Pati).

- Además, Tom Sawyer tiene de amigo a Huckelberry, que se sabe de todo y lo deja como una papa frita! (Federico).

- ¡Y el Principito tiene un lobo que para eso lo entrenó y lo deja peor que la abuela de Caperucita! (Leonor).

- ¡Si esa se salvó! (Nicolás).promocion-a-la-lectura-2

- ¡Pero por culpa del leñador, nenito! (Natacha).

- ¿¡Y qué?! ¡Mi papá trabaja en la ferretería! (Federico).

- ¿¡Y eso qué tiene que ver, Federico!? ¡Ay! ¡Nada que ver! ¡Chicas, éste se zarpó! (las chicas juntas).

- ¡Que no será leñador pero ahí venden maderas, hachas, de todo! (Federico).

- ¡Sí, nena! ¿¡Y dónde te creés que compran las cosas los leñadores?! ¡Conoce a un montón! (Jorge).

- ¡Además el Principito no lo entrenó para atacar al lobo, sino que lo domesticó por amor! (Rubén).

- ¿¡Y vos cómo sabés eso, Rubén!? (Valeria, alerta contenta).

- No, nada que ver… bueno… (Rubén).

- ¡Chicas! ¡Rubén leyó el Principito! ¡Ganamos! (Leonor).

- ¡Qué salame que sos, Rubén! (Jorge, agarrándose la cabeza).

- ¡Ga-nááááá-mos! ¡Ga-nááááá-mos! ¡Ga-nááááá-mos! (las chicas, abrazándose).

- ¡Paren, nenas! ¿¡De qué ganaron?! (Federico).

- ¡Lero lero, lero lero! ¡Ga-nááááá-mos! (Natacha).

- ¡Si la maestra nos dio los dos para escoger, nenas! (Nicolás).

- Pero las chicas habíamos elegido al Principito y ustedes a Tom Sawyer (Pati).

- ¿¿¿Y qué tiene??? ¡Paren de hacerse las cancheritas! (los varones).

- Que si Rubén lo leyó es porque está más bue-no-nues-tro-li-bro, ja ja já (Sabrina).

- ¡Vivan las chicas! (abrazándose).

- ¡No lo leí entero! ¡Paren, paren! ¡Lo leí un poco porque mi hermana lo tenía! (Rubén).

- ¡Aguante el Principito! ¡Aguante el Principito! ¡Aguante el Principito! (las chicas, saltando en ronda, abrazadas).

- Chicos, vámonos que son unas plomas (Federico).

- ¡Aguante el Principito! ¡Aguante el Principito! (las chicas).

Los varones se retiran murmurando.

- Chicos, pero les juro que a Tom Sawyer sí me lo estoy leyendo entero (Rubén, alcanzando al resto de los varones).promocion-a-la-lectura-3

- … (Nicolás le da una suave palmada en la cabeza).

- ¡Y me gusta más! ¡En serio! ¡O igual, pero me gusta más! (Rubén).

- Está todo bien, Rubén; pero tenés que fijarte lo que decís delante las chicas (Jorge, le cruza el brazo sobre los hombros, mientras siguen caminando).



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Todo un éxito el Premio al Fomento de la lectura ''México lee 2009''



* Afirmó Socorro Venegas, Coordinadora Nacional de Salas de Lectura de Conaculta


Los triunfadores recibirán un premio consistente en 30 mil pesos en efectivo, una colección de libros y becas de estudio






CIUDAD DE MÉXICO.- El Premio al Fomento de la lectura "México lee 2009" fue todo un éxito, informó Socorro Venegas, Coordinadora Nacional de Salas de Lectura de Conaculta.

En declaraciones, Venegas agregó que en ese certamen participaron un total de 210 trabajos de 29 entidades de la República Mexicana.

Ivonne Ramírez Ramírez, de Ciudad Juárez; Martha Luna Márquez, Morelia; Ignacio Rogelio Morales Sánchez, San Sebastian Abasolo; Elizabeth Alvarez José, de Xalapa; y Eduardo Ramos Hernández, del estado de Hidalgo, resultaron ganadores del Premio al Fomento de la lectura "México lee 2009", por la presentación de sus trabajos.

Los triunfadores recibirán un premio consistente en 30 mil pesos en efectivo, una colección de libros y becas de estudio otorgadas por las organizaciones participantes, en la ceremonia de premiación que se realizará el 10 de septiembre en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.

El acto se llevará a cabo en el marco de las actividades del Primer Encuentro Internacional de Salas de Lectura, que se realizará del 9 al 12 de septiembre, por primera vez en México.

Venegas agregó que con estas actividades se da continuidad al Premio no solamente con la convocatoria anual, sino también buscan junto con las demás instituciones convocantes darle seguimiento con base en los trabajos recibidos para poder extraer un diagnóstico de prácticas lectoras en México.

Comentó que la idea de esta convocatoria es conocer experiencias exitosas, de personas de todo México, en diversas trincheras que fomentan la lectura.

La idea dijo, es que estas experiencias puedan multiplicarse, a través de la publicación de los trabajos ganadores a corto plazo.

Respecto al Primer Encuentro Internacional de Salas de Lectura, que tendrá como sedes el Auditorio de la Biblioteca Vasconcelos, el Alcázar del Castillo de Chapultepec y el Hotal Ramada Reforma, comentó que participarán 11 especialistas de naciones como Chile, Brasil, El Salvador, Estados Unidos, Venezuela, Francia y México, que ofrecerán conferencias magistrales y talleres.

Agregó que además asistirán más de 200 voluntarios (mediadores) del Programa Nacional Salas de Lectura en la República Mexicana, quienes voluntariamente mantienen vivas esos sitios.

Dicho evento tiene como objetivo dar la oportunidad a los mediadores, a la gente involucrada en las salas de lectura que hay en México para que den a conocer sus experiencias y conozcan las experiencias de otros promotores de lectura en otros países.

Durante el encuentro se realizarán conferencias magistrales, talleres, mesas redondas, una exposición fotográfica con carácter testimonial titulada Los rostros de las Salas de Lectura, visitas guiadas y muestras de trabajo.

El Programa Nacional Salas de Lectura, en el cual se insertan el Premio al fomento de la lectura y el encuentro internacional, tiene 14 años de labor constante y se encarga de propiciar la creación de espacios en los que se comparten libros y conversaciones.

A través de éste, se ofrece capacitación especializada y un acervo de 100 volúmenes a quien decide convertirse en promotor voluntario (mediador) de lectura en su comunidad.

La fuente abundó que en un primer censo en la actualidad hay tres mil 772 salas de lectura activas en México y cuyos resultados se darán a conocer el próximo 9 de septiembre.

En su opinión, "lo maravilloso de trabajar con voluntarios es que no los tienes que convencer de la bondad de la lectura, pues es gente enterada, interesada y comprometida con el trabajo de promoción de la lectura, eso implica un compromiso a nivel personal, incluso".

Comentó que las salas de lectura se pueden instalar en casi cualquier lugar, en escuelas, cajuelas de coches, mercados, tianguis, la sala de casa, en un panteón, entre otros, lo que depende de cada mediador.

Por último, dijo emocionada que con los promotores voluntarios ha aprendido verdaderas lecciones de generosidad, de pasión, de compromiso con una comunidad de gente voluntaria, que no son personas de grandes recursos económicos, pero su gran mundo se lo han dado los libros.

Entre los invitados especiales al Encuentro, quienes dictarán conferencias magistrales e impartirán talleres, destacan: José Castillo, Presidente del Consejo Nacional de Lectura de Brasil.


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La lectura en el nivel inicial




Martes, 01 de Septiembre de 2009



¿Qué nos aporta?

* Ayuda a desarrollar el vocabulario.

* El niño aprende el significado de las palabras al escucharlas en el contexto.

* A través de las historias, incorporan naturalmente la correcta construcción de las oraciones.

* Es la manera más fácil de aprender la sintaxis de cualquier idioma al escucharlo y usarlo continuamente.

* A quienes se les ha leído están más motivados a realizar la práctica de la lectura.

* Las oportunidades de acceso a situaciones de lectura determinan la pronunciación correcta, el significado y uso de los signos de puntuación (indicando la expresión).

* Ayuda a desarrollar mecanismos complejos en el cerebro como la comprensión, la anticipación, la predicción.

* Entran en juego muchas habilidades que se necesita para la inserción en nuestra sociedad.

* Otorga un pensamiento crítico.

¡Llegó la hora de elegir un libro!

Algunos aspectos a tener en cuenta:

* La calidad literaria.

* Un buen libro para niños debe resultar divertido, emocionante, atrapante, interesante o conmovedor.

* Si un adulto puede disfrutar de un libro, aunque esté destinado a niños de dos años, seguramente le gustará también al pequeño.

* Si es un texto narrativo, debe contar una buena historia, tener suspenso o generar ganas de seguir leyendo.

* Si es un poema o una canción, debe atender a la musicalidad.

* Debe combinar de manera sorprendente o especial las palabras que usamos todos los días.

* El texto tiene que poder conmover al lector en algún sentido: provocar risa, tristeza, nostalgia, miedo, ganas de vivir.

* El texto tiene que mostrarnos de algún modo nuestra propia realidad, aunque haga referencia a un mundo lejano.

* Los personajes deben poder revelarnos alguna faceta del ser humano, para poder reflexionar sobre ella.

* Atender a la calidad de las imágenes y de la edición. Las imágenes deben permitir reconocer con claridad los rasgos de los objetos, especialmente en los libros destinados a los más pequeños, es decir, deben ser claras y legibles.

* Las imágenes no deben ser una mera copia de la realidad. Como todas las obras de arte, deben ser sugerentes y facilitar un despliegue de miradas.

En otras palabras, debe observarse que las ilustraciones no sean estereotipadas o excesivamente realistas, sino ofrecer una visión del artista.

* Las ilustraciones deben ser sorprendentes, tener la capacidad de mostrarle otros puntos de vista, generar un extrañamiento.

* La variedad permite desarrollar el gusto por la lectura. Es posible que muchos niños digan que no les gusta leer por el simple hecho de que no se han encontrado aún con un libro que les cause alguna emoción.

Una buena selección de libros para niños debe incluir:

Cuentos, novelas, poemas, canciones, chistes, biografías, experimentos, informaciones sobre temas diversos, historietas, leyendas, enigmas, juegos, instrucciones y situaciones de la vida cotidiana.

A su vez, los textos literarios deben contemplar variadas temáticas: amor, humor, fantasía, terror, ciencia ficción, conflictos humanos, misterio y otros que motiven a los niños.



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Julio Cortazar lector (II)



FUENTE:
http://www.geocities.com/juliocortazar_arg


Entrevista por Sara Castro-Klaren

Julio Cortázar Lector
Entrevista realizada en el verano de 1976,
en Saignon, Francia. Publicada en Cuadernos
Hispanoamericanos, ns. 364-366,
octubre-diciembre, 1980, Madrid.

Crespo, Antonio (compilador);
Confieso que he vivido y otras entrevistas,
Buenos Aires, LC Editor, 1995



- Antes, en la Argentina, ¿tenías hábitos de lectura diferentes a los de ahora? -Me imagino que ahora tendrás mucho menos tiempo para leer que en tus días de maestro de provincia o de traductor oficial- ¿Cómo te ha afectado la necesidad de seleccionar con criterios diferentes a los de tus años de escritor desconocido?

- En principio leo un solo libro, pero quizá para tu sorpresa, leo más poesía que prosa, más ensayos que ficción, más antropología que literatura pura; sucede que, a veces, llevo adelante paralelamente dos cosas muy diferentes. Por ejemplo, en el momento en que te grabo esto estoy leyendo un libro de poemas de Robeit Duncan y, al mismo tiempo, un libro de cuentos de Piérrette Flétaux. Me hace bien pasar de uno a otro. No sé, tengo la impresión de que los libros se estimulan, que hay una interacción y que, con bastante frecuencia, esos dos libros que leo, si no simultáneamente, consecutivamente, son dos libros que son amigos, que han nacido para sentirse bien el uno con respecto al otro, aunque haya una diferencia total como puede haber entre los poemas de Duncan y los cuentos de Piérrette Flétaux.

Otro detalle de deformación profesional es que, en principio, yo termino siempre un libro, aunque me parezca malo. Hubo una época en que esto fue una obsesión y hoy lo lamento, porque he leído muchos novelones y muchos libros de poemas insoportables, confiando siempre en que, en las últimas diez páginas encontraría el gran momento, algo que rescataría la totalidad de la obra. Alguna vez pudo haber sucedido, pero en la mayoría de los casos, cuando cincuenta páginas de un libro son malas, es difícil que el resto se salve. Es como un match de box: si hay una primera mitad que es mala, sólo un milagro puede cambiar la cosa en la segunda mitad. De manera que ahora que tengo menos tiempo, que estoy en los días en que voy a cumplir sesenta y dos años, -te das cuenta, ¿no?, ahora puedo decir "Sesenta y dos, modelo para desarmar"- sucede que algunos libros no los termino. Los latinoamericanos, los jóvenes, me mandan novelas y libros de poemas que, con alguna frecuencia, me parecen malos hacia el primer tercio del libro, y entonces me limito a guardarlos y no los termino.

- ¿ Lees mientras escuchas música, o hablas por teléfono, o esperas en el aeropuerto?

Jamás he podido leer escuchando música, y ésta es una cuestión bastante importante, porque tengo amigos de un nivel intelectual y estético muy alto para quienes la música, que en ciertas circunstancias puedan escuchar concentrándose, es al mismo tiempo una especie de acompañamiento para sus actividades. Esto lo comprendo muy bien en el caso de los pintores: tengo amigos pintores que pintan con un disco de fondo o la radio. Pero en el caso de la lectura, yo creo que no se puede leer escuchando música, porque eso supone un doble desprecio o un desprecio unilateral: o se desprecia la música o se desprecia lo que se está leyendo. La música es un arte tan absoluto, tan total como la literatura, y el músico exige que se le escuche a full time lo mismo que cualquiera de nosotros cuando escribimos. Personalmente me apenaría, me decepcionaría, enterarme de que alguien, a quien estimo intelectualmente ha leído un libro de cuentos míos al mismo tiempo que estaba escuchando una fuga de Bach o una ópera de Bertold Brecht. En cambio puedo, sí, leer mientras espero en un aeropuerto o a alguien en un café, porque ésos son los vacíos, los tiempos huecos que uno no ha buscado por sí mismo, sino que los horarios de la vida, digamos, te condenan de golpe a media hora de espera; y entonces, tener un libro en el bolsillo y concentrarse en él, en ese momento, por un lado anula el tiempo del reloj y, por otro lado, te crea una sensación de plenitud. Y no esa especie de mala conciencia que, también por deformación intelectual, tengo yo, en el sentido de que si me paso mas de diez minutos sin hacer algo, sea lo que sea, tengo la impresión de que soy ingrato con ese hecho maravilloso que es estar viviendo, tener ese privilegio de la vida. Y es algo que siento cada vez más, mientras mi vida se acorta y va llegando a su término ineluctable, si me permitís la palabra tan cursi.

- Antes preguntaba si los hábitos de lectura en la Argentina ¿eran diferentes a los de ahora?

Desde luego, en mi juventud en la Argentina, mis hábitos de lectura eran obligadamente diferentes. Tenía mucho más tiempo en mis días de maestro o profesor de provincia o de traductor oficial, y eso, evidentemente, me ha obligado actualmente a seleccionar de una manera mucho más draconiana lo que leo. Por ejemplo, hubo una época en mi vida en que, al margen de la literatura para mí importante -la gran poesía, la gran novelística-, yo encontraba tiempo y momentos para leer una incontable cantidad de tonterías. Por ejemplo, entre los dieciocho y los veintiocho años me convertí en un verdadero erudito en materia de novela policial. Incluso, con un amigo, hicimos la primera bibliografía crítica del género de la novela policial, que dimos a una revista cuyo primer número no alcanzó a salir, lo cual es una lástima, porque era bastante interesante. Sobre todo, porque le habíamos hecho un prólogo firmado por un falso erudito inglés... (nosotros dos, naturalmente) y que hubiera impresionado profundamente a muchos intelectuales argentinos. Llegó un día en que la novela policial completó en mí su ciclo y la abandoné después de haber leído, todas las obras maestras del género de aquella época.

Hay ciertos campos de la literatura, como eso que llaman la ciencia ficción, que ignoro profundamente. He leído tres o cuatro de los libros más famosos porque me parecía necesario, e incluso encontré buenas cosas en ellos. Pero como no es un género que me parece fundamentalmente importante en la literatura, también lo dejé de lado.

Eso lo hice con otras cosas en la vida: lo hice con el ajedrez, que es un juego qué me apasionó de joven, pero que un buen día me empezó a tomar demasiado tiempo y entonces lo eliminé.

Actualmente leo con un criterio bastante severo: es decir, que completo algunas lagunas: leo esos clásicos que se me fueron pasando a lo largo de la vida, o bien leo cosas actuales, contemporáneas, pero buscando acertar en lo posible con libros que no me hagan perder tiempo.

- ¿Lees o leías muchas revistas y periódicos? Al estudiar Rayuela, pongamos por ejemplo, como mapa de tus lecturas, me llevé la impresión de que seguías lecturas sobre física, química y matemáticas. Mencionas cosas de Planck y de Heisenberg. Un colega mío me ha observado de que eso podría ser una especie de turismo de la ciencia, hoy común entre muchos escritores. ¿Hasta qué punto te interesan las ciencias?

No soy un gran lector de revistas y periódicos, pero llega una cantidad tan enorme a mi casa, que finalmente he comprendido que las revistas latinoamericanas, sobre todo, son importantes en la medida en que por lo menos una lectura en diagonal, una visión general del sumario y un vistazo a los artículos más importantes, son una puesta al día de un montón de cosas que los libros y la mera información no pueden darte. Entonces, cuando me llega un número de Plural, o un número de Cambio, o un número de cualquier revista norteamericana como Review y tantas otras, las miro y me detengo a veces largamente en algún artículo que me interesa por múltiples razones.



FIN DE LA SEGUNDA PARTE



Si deseas leer esta entrevista completa ve a la fuente original:
http://www.geocities.com/juliocortazar_arg/jclector.htm#xx


O en:

http://salasdelecturaenyucatanbis.blogspot.com/2009/09/julio-cortazar-lector.html



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"Primer Encuentro Internacional de Salas de Lectura "





Primer Encuentro Internacional de Salas de Lectura
"Leer en común"



INVITA
Dirección General de Publicaciones - CONACULTA



Miercoles, 09 de septiembre a las 10:00
Finalización: El Sábado, 12 de septiembre a las 15:00

Lugar: Biblioteca Vasconcelos, Hotel Ramada y Alcázar del Castillo de Chapultepec





El espiritu que anima al Programa Nacional de Slas de lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes es formar comunidades de lectores. Una Sala de Lectura propicia el flujo de la comunicación entre autores y lectores, pero sobre todo beneficia a pequeños grupos sociales en los que la lectura se socializa y genera lazos de solidaridad entre los individuos.

Con el paso del tiempo estos espacios comunitarios se han desarrollado de distintas formas y en puntos geográficos muy diversos, a menudo de muy difícil acceso. Su éxito ha dependido de los mediadores que las gestionan, promueven y mantienen con vida.

Desde hace quince años estos espacios han sido una fuente de desarrollo cultural y, poco a poco, en cada uno de los lugares donde sus mediadores decidieron instalarlas, han pasado de comunidades de lectores individuales a sitios de encuentro en que se afirman valores comunitarios.

El Primer Encuentro Internacional de Salas de Lectura "Leer en común" es un reconocimiento a la labor de quienes promueven la cultura del libro al nivel de las comunidades más urgidas de espacios de convivencia constructiva. El proceso de crecimiento y arraigo de las Salas de Lectura sería impensable sin los mediadores que con su entrega, conocimiento,tiempo, esfuerzo y habilidades han logrado llevar a casi cualquier sitio todo el universo, toda la imaginación, toda la experiencia y la memoria humanas: los libros.



Inauguración de la Sala de Lectura "Chenku"



Los 1,400 estudiantes del Colegio de Bachilleres de Chenkú cuentan desde ayer con una sala de lectura a la que el ICY y Conaculta dotaron de 110 libros.

Entrevistado en la inauguración, el director general del COBAY, Víctor Caballero Durán, informó que el de Chenkú es el cuarto plantel que cuenta con una sala de lectura a la que los jóvenes pueden acudir los sábados a un encuentro comunitario en el que leen y conversan sus impresiones de lo leído.

En el mismo evento, el subdirector general de Literatura y Fomento Editorial del ICY, Jorge Cortés Ancona, informó que las salas de lectura son parte de un programa nacional que en Yucatán cuenta nominalmente con 160 espacios, pero funcionan realmente sólo 80. Comentó que deberían llamarse “comunidad de lectura”, pues la idea que las anima es la convivencia lectora por placer. Los libros que están disponibles para leer en cada sala de lectura son aportados por Conaculta y el ICY, más los que gestiona el mediador de cada sala, al que antes se llamaba coordinador. En el caso del plantel Chenkú la coordinadora es la maestra Erika López Rodríguez.

En la inauguración de esta nueva sala de lectura que tiene capacidad para 100 estudiantes lectores estuvieron presentes también la directora del Plantel, Verónica Franco Carrillo, la coordinadora operativa de las salas de lectura, Ligia Ojeda Jiménez, y el maestro Denis Franco, subdirector académico.

(Roberto López Méndez)
Publicado el 6 de septiembre del 2009

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TIPS




En esta ocasión la Cadena de lectores de Editorial Alfaguara nos da algunos TIPS para organizar las sesiones de nuestros “Clubs” o Salas de lectura, esperamos que les sean de utilidad:

1. Una buena recomendación es elegir los libros con un par de meses de anticipación. Hay ocasiones en que el libro que deseamos compartir con nuestros compañeros está agotado y la librería deberá pedir un número especial a la editorial. Hay librerías que cuentan con un sistema de apartado muy formal, donde guardan los libros bajo un número de vendedor por dos o tres días, garantizándote que el libro estará disponible para todos. ¡Hay clubes que eligen los libros con un año de anticipación!

2. Sería interesante hacer reuniones temáticas. Si el libro que leyeron, trata de la India, acudir a un restaurante hindú para celebrar la reunión, o bien, compartir tus secretos gastronómicos y ¡cocinar un rico curry!

3. Una buena idea sería alternar estilos literarios: un mes leer poesía, el siguiente novela policiaca, después un clásico, y así tendremos una gran variedad…

4. Una “noche de autor” es una idea original: elijan varias obras de un mismo autor y encuentren puntos para comparar, lugares, estilos, personajes, secuencias, similitudes…¡Qué mejor si se puede invitar al autor mismo! Puede animarse a aceptar…

5. Se puede realizar una selección de libros por uno o varios socios, y hacer una “elección democrática” y leer el que más votos obtuvo.

6. Muy interesante es leer un libro que se haya llevado a la pantalla grande y organizar una reunión de película donde (de preferencia sin haber visto la película anteriormente) se comenten las impresiones de ambos: si los personajes, ambientes, son diferentes a los que se habían imaginado, si falto algo importante que está en el libro y no en la película, etcétera.

7. Alguna reunión puede dedicarse a un libro de cuentos, donde cada miembro lea un cuento diferente (existen compilaciones sobre un mismo tema, con diferentes autores, o un libro de cuentos del mismo autor)

8. Para cerrar el año pueden organizar una reunión navideña con intercambio de regalos (pueden ser únicamente libros de regalo, o ¡estar prohibido regalar libros!). El mes de diciembre es un mes con muchos compromisos, y muchas veces poco tiempo para leer, así que la recomendación sería no leer nada para enero, o bien, un libro fácil y pequeño.

9. Es recomendable que el libro a leer no haya sido leído anteriormente por los socios, aunque es interesante releer un libro tiempo después y entenderlo de manera diferente.



Clubes de lectura

en línea Éstos pueden ser excelentes puntos de encuentro para personas que no cuentan con disponibilidad de reunirse físicamente en algún lugar. Puede accederse a cualquier hora y desde cualquier lugar, pero nunca podrán sustituir el calor humano de un club de lectura tradicional.

MUY IMPORTANTE

Leer debe ser divertido…nunca debe ser una obligación. Recuerda que si no lo deseas, no debes terminar un libro…Muchas veces es mejor dejarlo inconcluso, y unas semanas o meses (o años!) después, puedes regresar a él con nuevos bríos, recuerda: el libro siempre estará esperándote. Hay que ser cuidadosos en la elección de temas delicados: religión, política, o temas que puedan causar tensión en el grupo.

La lucha del significado





Si deseamos vivir, no momento a momento, sino siendo realmente conscientes de nuestra existencia, nuestra necesidad más urgente y difícil es la de encontrar un significado a nuestras vidas. Como ya se sabe, mucha gente ha perdido el deseo de vivir y ha dejado de esforzarse, porque este sentido ha huido de ellos. La comprensión del sentido de la vida no se adquiere repentinamente a una edad determinada ni cuando uno ha llegado a la madurez cronológica, sino que por el contrario, obtener una comprensión cierta de lo que es o de lo que debe ser el sentido de la vida, significa haber alcanzado la madurez psicológica. Este logro es el resultado final de un largo desarrollo: en cada etapa buscamos, y hemos de ser capaces de encontrar, un poco de significado congruente con el que ya se han desarrollado nuestras mentes.

Con los niños y cualquier otra persona, en realidad, la mejor herramienta para que vayan encontrando, o en algunos lamentables casos, recuperando este sentido, es la literatura, afirma Bruno Bettelheim, autor de “Psicoanálisis de los cuentos de hadas”. Este libro hace una profunda reflexión sobre la importancia e impacto de los cuentos de hadas, así como lo que le deja al lector con el paso del tiempo, ya que a pesar de que las épocas van cambiando, muchos cuentos de hadas siguen vigentes.

Bruno Bettelheim en esta obra, va haciendo sugerencias y va ilustrando cada una de sus observaciones, podríamos decir que Bettelheim, como buen promotor de lectura nos va develando todos los secretos de cuentos clásicos como Hansel y Gretel, Caperucita Roja, Blancanieves, La bella durmiente, Cenicienta, Bucles de Oro y los tres ositos y Jack y las habichuelas mágicas. El autor camina junto a nosotros en este libro al hacer observaciones personales como estas:

Dando esto por sentado, empecé a sentirme profundamente insatisfecho con aquel tipo de literatura que pretendía desarrollar la mente y la personalidad del niño, porque no conseguía estimular ni alimentar aquellos recursos necesarios para vencer los difíciles problemas internos.

[…] la habilidad en la lectura, (adquirida en la escuela con literatura recreativa y/o didáctica) pierde su valor cuando lo que se ha aprendido a leer no añade nada importante a la vida de uno.

Para que una historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y excitar su curiosidad. Pero para enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer plenamente sus dificultades, al mismo tiempo que le sugiere soluciones a los problemas que le inquietan. Resumiendo, debe estar relacionada con todos los aspectos de su personalidad al mismo tiempo; y esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, sin disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en su futuro.

Por otra parte, en toda la “literatura infantil” –con sus raras excepciones- no hay nada que enriquezca y satisfaga tanto, al niño y al adulto, como los cuentos populares de hadas. En realidad, los cuentos de hadas enseñan bien poco sobre las condiciones específicas de la vida en la moderna sociedad de masas; estos relatos fueron creados mucho antes de que ésta empezara a existir. Sin embargo, de ellos se puede aprender mucho más sobre los problemas internos de los seres humanos, y sobre las soluciones correctas a sus dificultades en cualquier sociedad, que a partir de otro tipo de historias al alcance de la comprensión del niño.

El preciso mensaje que los cuentos de hadas transmiten a los niños son: que la lucha contra serias dificultades de la vida es inevitable, es parte intrínseca de la existencia humana; pero si uno no huye, se enfrenta a las privaciones inesperadas y a menudo injustas, llega a dominar todos los obstáculos alzándose, al fin victoriosos. […] Los cuentos de hadas enfrentan al niño con los conflictos humanos básicos.

[…] en los cuentos de hadas el mal está omnipresente, al igual que la bondad. Prácticamente en todos los cuentos, tanto el bien como el mal toman cuerpo y vida en determinados personajes y en sus acciones, del mismo modo que están omnipresentes en la vida real, cuyas tendencias se manifiestan en cada personaje.


Algo que siempre ha sido causa de polémica son los apresurados y poco creíbles finales felices, que son los que pueden caer en una relativa moralidad pero Betthelheim nos dice:

El hecho de que al final venza la virtud no es lo que provoca la moralidad, sino que el héroe es mucho más atractivo para el niño, que se identifica con él en todas sus batallas. Debido a esta identificación, el niño imagina que sufre, junto con el héroe, sus pruebas y tribulaciones, triunfando con él, puesto que la virtud permanece victoriosa. El niño realiza tales identificaciones por sí solo, y las luchas internas y externas del héroe imprimen en él la huella de la moralidad.


En conclusión podemos decir, a partir de la lectura de este libro, que al leer estos cuentos no es importante preocuparse en el mensaje o la moraleja que tenga una determinada historia, lo que realmente nos debe interesar a la hora de trabajar con un cuento de hadas es el sentido que éste pueda llegar a tener en la vida del lector.

Podríamos seguir hablando de este libro, pero lo ideal es que cada mediador vaya conociendo esta obra ya que es una gran herramienta en la labor de difusión de la lectura.


Bruno Betthelheim “Psicoanálisis de los cuentos de hadas”.
Colección: Fuera de Colección, EDITORIAL CRITICA. 2006.
Pp: 446. Género: no ficción “psicología, psicoanálisis y psiquiatría”.
Precio: $455.00 aprox.
ISBN: 9788484327882
EAN: 9788484327882

Niños y poesía


Ricardo Linares de Guadalajara, promotor de lectura independiente. Nos envía estas dos sencillas dinámicas de sensibilización poética para niños, ojalá les sean de utilidad.

Jugamos a imaginar.

Se le entrega a cada niño un objeto, se le pide que imagine para que otra cosa puede servir el objetivo es buscar la esencia de la palabra, implicando situaciones y sentimientos.

Ejemplo:

Un bolígrafo.
Puede servir como una varita mágica.
Puede servir para dirigir una orquesta.

Una escoba.
Puede ser un caballo.
Es donde las brujas vuelan.



En busca de la belleza… (Sensibilización poética mediante objetos)


En esta actividad se les pide a los niños encontrar la esencia poética de una frase determinada.

En trozos de papel se escribirán frases comunes, que son las que se convertirán en imágenes o metáforas. No hace falta utilizar las mismas palabras, pero sí el mismo significado. Un recurso podría ser adjetivar o cambiar el verbo:


Las plantas con rocío, por la mañana
- El campo de verde cristal

Soñando bajo el sol
- Dorando fantasías

Niños en el salón de clases
- Enjambre de pequeños pájaros cantores

También se pueden tener poemas completos y hacer lo contrario, es decir, encontrar las imágenes y las metáforas del poema y los niños van diciendo lo que para ellos representa en la vida real.



..

Julio Cortázar Lector (I)



FUENTE:
http://www.geocities.com/juliocortazar_arg


Entrevista por Sara Castro-Klaren

Julio Cortázar Lector
Entrevista realizada en el verano de 1976,
en Saignon, Francia. Publicada en Cuadernos
Hispanoamericanos, ns. 364-366,
octubre-diciembre, 1980, Madrid.

Crespo, Antonio (compilador);
Confieso que he vivido y otras entrevistas,
Buenos Aires, LC Editor, 1995


- Tal vez sería interesante empezar por hablar de tus hábitos de lector en un sentido físico social. ¿Cómo llega un libro a tus manos? ¿Lees libros que compras, que sacas de la biblioteca, que te prestan, que te regalan, que te mandan?

- Mis primeros libros me los regaló mi madre. Fui un lector muy precoz y, en realidad, aprendí a leer por mi cuenta, con gran sorpresa de mi familia, que incluso me llevó al médico porque creyeron que era una precocidad peligrosa y tal vez lo era, como se ha demostrado más tarde. Muy pronto me dediqué directamente a sacar los libros que encontraba en las bibliotecas de la casa. Con lo cual muchas veces leí libros que estaban al margen de mi comprensión a los siete, ocho, nueve años de edad. Pero otros, en cambio, me hicieron mucho bien, porque eran libros en alguna manera superiores a mis posibilidades, pero que me abrían horizontes imaginarios absolutamente extraordinarios. Con las ideas que había en la gente de mi generación, las lecturas de los niños se graduaban mucho. Hasta cierta época eran los cuentos de hadas y después las novelas rosa, y sólo en la adolescencia, los muchachos y las muchachas podían empezar a entrar en un tipo de literatura más amplio. Yo franqueé mucho antes todas esas etapas, y la verdad es que mis primeros recuerdos de libros son una mezcla de novelas de caballería, los ensayos de Montaigne, por ejemplo, que creo leí a los doce años, fascinado. No sé hasta qué punto podía comprenderlos. Pero recuerdo que los leí íntegramente en dos enormes tomos encuadernados y en traducción española. Y eso se mezclaba con novelas policiales, las aventuras de Tarzán, que me fascinaron en aquella época; Maurice Leblanc, y luego la gran sacudida de Edgar Allan Poe.


Pero me estoy saliendo de tu pregunta: ¿cómo llega un libro a mis manos? Sigue llegando de muchas maneras. Están los que yo consigo por mi cuenta cuando paso por una librería y me gusta un libro sin haberlo hojeado demasiado. Hay una especie de contacto simpático en el sentido mágico de la palabra; hay algo que me dice que tengo que comprarlo. No siempre acierto, pero muchas veces sí. Y luego en estos momentos, por razones obvias, medio mundo me manda libros, y soy el hombre más odiado por el correo francés y por sus pobres carteros: llegan todos los días a mi casa con cantidades enormes de paquetes de libros y revistas que vienen de toda América latina, de Estados Unidos, de Francia, de Bélgica e incluso de países cuyos idiomas no puedo leer, pero cuyos autores, que me han leído en traducción, consideran necesario mandarme sus publicaciones, que yo regalo o pongo en la biblioteca, pero sin poder enterarme de una sola palabra de lo que dice ese lejano amigo búlgaro, checo o polaco.


- Una vez que el libro está dentro de tu ámbito físico, ¿qué le pasa? ¿Cuándo lo lees? ¿Lo lees en casa o en el metro? ¿Lees un solo libro o varios al mismo tiempo? ¿Los terminas siempre, aunque te hayan dejado de interesar?

- Cuando un libro está en mis manos, desgraciadamente le pasan cosas malas casi siempre, porque estoy en una época de mi vida en que cada vez tengo menos tiempo. Por razones que no son literarias, que tienen que ver con todo el destino de América latina, con todas las cosas que yo trato de hacer o que me piden que trate de hacer, y que supone con frecuencia muchas horas de reuniones, de escritura, de lectura de documentos, y además largos viajes en el curso de los cuales no me puedo concentrar en la lectura. En la medida de lo posible, esos libros que quiero realmente leer, los dejo ahora en una especie de rincón privilegiado donde los veo con los ojos del deseo, y en cuanto sé que tengo un hueco, tres o cuatro horas que pueden ser bastante mías, entonces los leo, si puedo los leo en mi casa. Hubo una época en que, por razones de mayor resistencia física, podía leer en el metro, en los cafés. Puedo hacerlo ahora también, pero con una menor concentración. Prefiero estar en mi casa y leerlo tranquilo. Además, desde muy joven adquirí una especie de deformación profesional, es decir, que yo pertenezco a esa especie siniestra que lee los libros con un lápiz al alcance de la mano, subrayando y marcando, no con intención crítica. En realidad alguien dijo, no sé quién, que cuando uno subraya un libro se subraya a sí mismo, y es cierto. Yo subrayo con frecuencia frases que me incluyen en un plano personal, pero creo también que subrayo aquellas que significan para mí un descubrimiento, una sorpresa, o a veces, incluso una revelación y, a veces, también una discordancia.

Las subrayo y tengo la costumbre de poner al final del libro los números de las páginas que me interesan, de manera que algún día, leyendo esa serie de referencias, puedo en pocos minutos echar un vistazo a las cosas que más me sorprendieron. Algunos epígrafes de mis cuentos, algunas citaciones o referencias salen de esa experiencia de haber guardado, a veces durante muchos años, un pequeño fragmento que después encontró su lugar preciso, su correspondencia exacta en algún texto mío.


FIN DE LA PRIMERA PARTE



Si deseas leer esta entrevista completa ve a la fuente original:
http://www.geocities.com/juliocortazar_arg/jclector.htm#xx


O en:

http://salasdelecturaenyucatanbis.blogspot.com/2009/09/julio-cortazar-lector.html



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"Papeles inesperados" de Julio Cortazar


Editorial ALFAGUARA invita a todos nuestros mediadores de salas de lectura a que revisen uno de sus más recientes títulos, que posiblemente revolucione de alguna manera la literatura actual, ya que es una recopilación del maestro Julio Cortázar (1914-1984. Sobre esta publicación nos comentan:
Este libro, que se publica a los veinticinco años de la muerte de su autor, es una extensa y deslumbrante colección de textos inéditos y dispersos escritos por Cortázar a lo largo de su vida. Hallados en su mayoría en una vieja cómoda sin revisar, son de géneros varios, tienen distintos orígenes y obedecen a diferentes propósitos: hay cuentos desconocidos y otras versiones de relatos publicados, historias inéditas de cronopios y de famas, nuevos episodios de Lucas, un capítulo desgajado del Libro de Manuel, discursos, prólogos, artículos sobre arte y literatura, crónicas de viaje, estampas de personalidades, notas políticas, autoentrevistas, poemas y textos inclasificables, entre otras muchas páginas de innegable valor y atractivo. El conjunto permite apreciar y disfrutar las múltiples facetas del gran escritor: el Cortázar formal y en ciernes, el cuentista genial, el de espíritu lúdico, el comprometido con su tiempo, el profundo conocedor del arte y la literatura, el cronista sutil, el poeta. Estos Papeles inesperados, cuidadosamente editados por Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garriga, ofrecen al especialista nuevos elementos para el conocimiento cabal de la obra cortazariana; al coleccionista, textos entrañables y curiosidades maravillosas; y a los innumerables lectores de Cortázar, la posibilidad del reencuentro más feliz.

Julio Cortázar PAPELES INESPERADOS Colección: Fuera de Colección Páginas: 488 Fecha de publicación: 27/5/2009 Género: Miscelánea Literaria Precio: 21.50 € ($430.00 aprox.) ISBN: 978-84-204-2331-9 EAN: 9788420423319

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Sala de Lectura en Tláhuac contagia a habitantes pasión por libros



Sala de Lectura en Tláhuac contagia a habitantes pasión por libros. La sala forma parte del Programa Nacional Salas de Lectura que impulsa Conaculta, a través de la Dirección General de Publicaciones y la Dirección General Adjunta de Fomento para la Lectura y el Libro, el cual ha logrado activar 3 mil 771 salas distribuidas en todo el país.




México.- El primer recuerdo que tiene de su acercamiento a los libros es cuando su abuela le leía algunos, todos los días junto a una cocina de humo y esta experiencia durante su infancia convirtió a Néstor Ramírez Peña en un apasionado lector.

Dicha alegría que le da la lectura lo hizo dejar a un lado los números y promover las letras; su profesión es contador público, pero ha encontrado en la promoción de la lectura su forma de vida, de ahí que desde hace nueve años dirija una Sala de Lectura en la colonia La Conchita, en la Delegación Tláhuac del Distrito Federal.

La sala forma parte del Programa Nacional Salas de Lectura que impulsa Conaculta, a través de la Dirección General de Publicaciones y la Dirección General Adjunta de Fomento para la Lectura y el Libro, el cual ha logrado activar 3 mil 771 salas distribuidas en todo el país.

En entrevista, el promotor comparte los momentos de retribución que le ha dejado dirigir esta Sala de Lectura, que es su motor de vida y el espacio para compartir su amor por los libros con la población.

Lo que iba a ser su comedor-sala, hoy es el punto de reunión con los niños, jóvenes y adultos que se interesan en la lectura.

Todo comenzó cuando era un infante: "Yo tenía una abuela materna que me leía muchos libros, no obstante que ni siquiera terminó la educación básica. Del libro que a ella le había gustado, nos contaba la historia en la cocina de humo que había en casa, mientras hacía las tortillas y nos daba de comer".

Estos recuerdos lo han motivado a mantener su sala bajo la siguiente filosofía: es un espacio abierto, libre, donde no hay reglas para leer un libro, sino un lugar donde se debe disfrutar y gozar de la lectura:

"Creo que esto nos ha servido para que funcione el proyecto, ya que a nadie se limita, se deja que cada quien tome el libro que le interese".

Se trata de una sala muy activa que está conformada por un acervo de cerca de seis mil títulos, una cifra que ha aumentado por las adquisiciones personales que hace el titular y donaciones de particulares y del Conaculta.

Todos los miércoles y viernes se llevan a cabo las reuniones en su casa, de las 18:00 a 20:00 horas, donde los participantes conviven sin importar su edad, su sexo o condición económica. En el primer día se organizan actividades de animación a la lectura, mientras que en el segundo se hacen lecturas en voz alta.

"Una vez que acabamos las actividades se escuchan las opiniones de todos para saber lo que piensan o lo que sugieren al otro compañero. Nadie critica a nadie, es un punto de convivencia donde el respeto se impone", expresó.

Han llegado a asistir hasta 80 personas por día a su sala, no sólo por la gratuidad de su oferta, sino por el ambiente lúdico y de respeto que ha logrado generar Ramírez. Es durante las vacaciones escolares que el lugar registra mayor afluencia.

De acuerdo con el titular, los participantes muestran distintos gustos literarios. A los niños les interesan los volúmenes con imágenes, a los jóvenes los de poesía y novela, mientras que los adultos prefieren otras lecturas.

Las amas de casa gustan de aquellos que brindan información que sea útil para su hogar, como recetarios de comida tradicional mexicana.

La mayor satisfacción para el promotor es ver cómo cambia la perspectiva que tenían los participantes sobre los libros.

Antes los rechazaban o sentían cierta repulsión, hoy se han convertido en sus acompañantes. Además, también observa mejoría en su dicción y en su lenguaje, porque entre más lee más se amplia su vocabulario y se mejora su forma de expresión.

"Al principio todos me decían que estaba loco por querer promover la lectura cuando a la gente no le gusta. Peor aún que lo hiciera en mi casa sin recibir ninguna retribución económica, pero yo me siento muy contento con el simple hecho de ver que alguien tome en sus manos un libro y se deje cautivar con sus páginas. El mayor pago es que me venga a tocar a mi casa y me pidan que abra cuando no es día de sesión", finalizó.





29/06/2009

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