Siete periódicos de “El Misceláneo”, publicados en el año 1813, aparecieron en la Biblioteca Pública “Manuel Cepeda Peraza” en octubre pasado; historiadores han hecho referencia de artículos de esta publicación que ya forman parte del patrimonio hemerográfico de Yucatán.
El Instituto de Cultura de Yucatán (ICY) informó esta mañana de un hallazgo importante: un sobre cuyo interior contaba con siete ejemplares de El Misceláneo, periódico instructivo, económico y mercantil de Mérida de Yucatán y que fue publicado poco después de la introducción de la imprenta en la entidad en el año 1813, por lo que se considera como el primero en su tipo.
De acuerdo a la información proporcionada, el descubrimiento hemerográfico, que fue en octubre pasado, se realizó a raíz de la revisión y puesta al día de los acervos del ICY en la Bi
blioteca Pública Central “Manuel Cepeda Peraza”.
El hallazgo corresponde a ejemplares de los números 2, 3, 4, 8, 10, 11 y 14 publicados los días 3, 6, 8, 18, 22, 24 y 31 de marzo de 1813, respectivamente. Con toda probabilidad, estos ejemplares pertenecieron a la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona, pero no pasaron al Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán (CAIHY) cuando se trasladó a este repositorio el acervo de aquella biblioteca, en 1993.
Los siete periódicos fueron cedidos al CAIHY –dependiente, como la Biblioteca Cepeda Peraza, del ICY–, donde se integraron al Fondo Reservado. Posteriormente, se digitalizaron y se han incorporado a la Biblioteca Virtual de Yucatán (www.bibliotecavirtualdeyucatan.com.mx), donde hoy se pueden consultar.
Cabe destacar que en la misma biblioteca digital, especializada en autores, temas y documentos yucatecos, pueden consultarse también otros 18 números de El Misceláneo correspondientes al año de 1813, así como varios suplementos y remitidos del mismo periódico.
Sobre “El Misceláneo”
Fue una publicación de tendencia liberal. Se editaba en la imprenta de don José Francisco Bates. En un principio salía tres veces por semana (lunes, miércoles y sábados) y constaba de cuatro páginas; posteriormente, al incrementar su tamaño, salió a la luz únicamente los miércoles y sábados. Dejó de publicarse en 1914 al suprimirse la libertad de imprenta.
En sus páginas se difundían informes sobre el clima, noticias sobre los procesos de independencia de México y de otros países de América, notas de España y decretos de las Cortes, así como información sobre salida y llegada de barcos de La Habana y Veracruz.
También aparecían críticas a la Iglesia y a sus ministros por su participación en la política y la explotación económica de los mayas; poesías, cuentos y diálogos en los que se denunciaban atropellos de las autoridades y violaciones a la Constitución , así como acusaciones políticas y proclamas del movimiento insurgente.
Asimismo, publicaban anuncios como los siguientes: “Ha llegado a esta ciudad, un maestro sastre de todas modas a precios cómodos, lo que noticia al público para su inteligencia, vive en la calle del Flamenco, frente a la gallería”, incluido en Número 3; “Se vende la hacienda Zinta de D. Rosa Zetina esquina de la Mejorada darán razón”, que aparece en el Número 8; entre otros.
La importancia de El Misceláneo como referencia para historiadores
De acuerdo al comunicado de prensa emitido por el ICY, en recientes investigaciones sobre la historia de la imprenta en Yucatán, Michel Antochiw y Jorge Mantilla proporcionan una lista de los números de El Misceláneo que consultaron para elaborar sus trabajos. Ninguno de los dos relaciona los números 3, 4, 8, 10, 11 y 14 del periódico, aunque Antochiw consigna lo siguiente: “Estaban, pero faltan en la Biblioteca Crecencio Carrillo Ancona, los núms. 3, 4, 8, 10, 11 y 14”.
En la “Historia de la imprenta y del periodismo”, que aparece en el tomo V de la Enciclopedia Yucatanense, Antonio Canto López no sólo cita los números 3, 4, 8 y 11, sino que reproduce varios materiales aparecidos en ellos, como el titulado “Idea de un nuevo periódico” (No. 8 de El Misceláneo), que sirvió de base a Alfredo Barrera Vásquez para rectificar el error –generalizado antes de 1937– de identificar a El Aristarco Universal como el primer periódico impreso en Yucatán.
En el artículo “Apuntes para la historia del periodismo peninsular. Más acerca de ‘El Aristarco Universal’”, el propio Barrera Vásquez informa que fue él quien donó una colección de ocho números de El Misceláneo a la Biblioteca Yucateca Crescencio Carrillo y Ancona, colección que posteriormente creció hasta alcanzar 18 números, pues se pudieron adquirir posteriormente 10 ejemplares más.
(Con información del ICY, Armando Pacheco)
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