Hace algunos días en el Museo de la ciudad se presentó este libro escrito por el Antropólogo José Juan Cervera Fernández y las palabras que refiere Carlos E. Bojórquez Urzaiz, explican perfectamente la obra:
Para comenzar quisiera agradecer a José Juan Cervera Fernández la omisión que ha hecho en su libro: La Gloria de la Raza; los chinos en Yucatán, del aparato crítico que suele acompañar los materiales de contenido predominantemente académico, no sólo por cuanto nos evitó la lectura de párrafos innecesarios, o que pudieran resultar excesivos, sino porque su obra permite dejarse llevar por las impresiones del primer acercamiento, y a través de ellas ir descubriendo sus valores históricos y estéticos.
Complace destacar también, que la belleza contenida en cada página de este libro, si bien parece una discreta filtración artística del autor, en realidad se trata de una estrategia cuyo propósito es allegarse lectores, tanto personas poco versadas en el tema, que se sentirán atraídas por la amenidad de su lenguaje, como estudiosos que no dudaran de la información fidedigna a la que nos remite José Juan Cervera, a través de las notas situadas a pie de página, que sin entorpecer la lectura, consignan las fuentes históricas primarias. En otras palabras, la estética de La Gloria de la Raza no está al servicio del conocimiento, como describió Alfonso Reyes la identificación del ensayo histórico, sino que en la obra de Cervera el conocimiento es de por sí bello, e incluye elementos artísticos que por su transparencia conducen a la lógica reclamada por la historiografía.
El acercamiento entre historia y literatura, resumido en el libro que comentamos, parece ser un camino habitualmente recorrido por José Juan Cervera, que para el caso que nos ocupa, dio comienzo en el año 2003, cuando sacó a la luz su artículo: La herencia cultural de los chinos en Yucatán, un texto donde hace gala de su destreza investigativa, ya que desde ese entonces había reunido los datos históricos y aún los conceptos necesarios para guiar esta obra que culmina con una coedición de la Universidad Autónoma de Yucatán y el Instituto de Cultura. Recuerdo que en aquel año Cervera me indicó que uno de los propósitos de su investigación sobre los chinos en Yucatán, era divulgar los resultados a través de textos periodísticos breves, o de algún tipo de cuadernillos, que salvaran del olvido la fascinante presencia de los asiáticos en la Península. Consta que José Juan fue arreglando cuidadosamente sus escritos, bajo formatos de divulgación, pero que con la puesta en circulación de este libro, sus textos y desde luego la presencia china en el terruño, se aventuran a la prolongada vida que ofrece un libro consagrado por entero al tema de este importante grupo de inmigrantes.
Pero que mejor que el propio autor para platicarnos de este libro, por ello decidimos hacerle una entrevista virtual, la cual amablemente nos concedió:
“¿Qué podemos encontrar en La gloria de la raza. Los chinos en Yucatán?”
Es posible encontrar información sobre la llegada de los chinos a Yucatán a principios de la década de 1890, cuando fueron conducidos a nuestro estado con el propósito de emplearlos en el corte de hojas de henequén en las haciendas de varios terratenientes que requerían mano de obra para satisfacer sus expectativas de prosperidad económica. Igualmente puede leerse acerca del proceso de integración de los ciudadanos chinos a la vida rural y urbana de la península, las actividades a que se dedicaron, la asociaciones que fundaron, la presencia de personajes de ese origen étnico y otras referencias asociadas con el tema. Además. Creo que el lector puede hallar material que le permita reflexionar sobre la riqueza cultural que los grupos llegados de otras partes del mundo pueden aportar al ser y el hacer de los yucatecos.
“¿Cuál fue tu motivación para escribirlo?”
Debo señalar que desde hace mucho tiempo me he sentido atraído por el conocimiento que se puede obtener de otras culturas, en este caso de las del Lejano Oriente que se distinguen por su pensamiento filosófico, su creación artística y sus descubrimientos científicos; en general, su visión del mundo tan fecunda que desde tiempo inmemorial ha ejercido una fascinación poderosa en tantas personas que se han propuesto indagar más sobre sus valores y experiencias históricas.
Ahora bien, de modo más específico, ya con esta inclinación por las culturas orientales, durante el tiempo en que realizaba una investigación sobre otros aspectos de la historia de nuestra región, pude percatarme que en los periódicos locales de fines del siglo XIX había recurrentes alusiones a los chinos que llegaron a trabajar a Yucatán, esas notas despertaron mi interés y decidí reunir esa información en forma sistemática para entender mejor ese proceso tan singular.
“¿Cómo te gustaría que la red de salas de lectura promoviera tu libro?”
Sé que la red de Salas de Lectura realiza un esfuerzo importante para acercar los libros a un mayor número de ciudadanos que pueden disfrutar y aprender de sus contenidos. Sin embargo, como autor sólo puedo pensar que cada institución tiene sus propios métodos para cumplir sus propósitos, así que respeto plenamente los procedimientos que se formulen para ello. Por supuesto, espero que mi obra pueda encontrarse a disposición del público en los acervos de la red, ya que en la medida en que se difunda lo que contiene habrá más posibilidades de entablar un diálogo provechoso con los lectores, o por lo menos inspirar interés en esta clase de temas.
“¿A qué público consideras que está dirigido?”
Si bien el libro pudiera ser de interés para algún sector del mundo académico, en realidad lo escribí pensando en un público más amplio que pudiera encontrar en él un motivo para reflexionar sobre la historia y la diversidad cultural. Por eso la estructura de la obra no es muy compleja, pues está compuesta de ocho capítulos y cada uno de ellos contiene cuatro textos breves que condensan la información reunida y la interpretación que hago a partir de ella. Creo que una lectura ágil puede propiciar un acercamiento más directo al contenido, pues además se trata de un tema que de alguna manera está presente en la memoria colectiva de nuestra sociedad, pero pienso que era necesario trascender la mera comunicación oral y la dispersión de los datos documentados al respecto.
“Me gustaría que me platicaras de tu trabajo como antropólogo y como escritor para que todos los coordinadores tengan más información sobre ti”.
Creo que mi trabajo como antropólogo y como escritor se ha desarrollado en diversas vertientes que se apoyan mutuamente, porque tanto los investigadores como las personas que se dedican a la expresión literaria se enfrentan a la necesidad de explicarse e interpretar la realidad circundante, y para hacerlo existen diversos mecanismos que se traducen, fundamentalmente, en buscar interlocutores para dar continuidad a esa tarea. Nadie puede ser ajeno a su comunidad inmediata y al universo en que ésta se inserta, así que uno simplemente orienta su actividad cotidiana hacia la aventura inagotable de descubrir y compartir lo que la sociedad y la naturaleza ponen ante nuestros ojos, independientemente de la profesión u oficio de nuestra elección. Considero necesario tender cada vez más puentes entre disciplinas que no pueden concebirse aisladas sin perder su potencial y su rumbo hacia nuevas metas.
“¿Qué podemos encontrar en La gloria de la raza. Los chinos en Yucatán?”
Es posible encontrar información sobre la llegada de los chinos a Yucatán a principios de la década de 1890, cuando fueron conducidos a nuestro estado con el propósito de emplearlos en el corte de hojas de henequén en las haciendas de varios terratenientes que requerían mano de obra para satisfacer sus expectativas de prosperidad económica. Igualmente puede leerse acerca del proceso de integración de los ciudadanos chinos a la vida rural y urbana de la península, las actividades a que se dedicaron, la asociaciones que fundaron, la presencia de personajes de ese origen étnico y otras referencias asociadas con el tema. Además. Creo que el lector puede hallar material que le permita reflexionar sobre la riqueza cultural que los grupos llegados de otras partes del mundo pueden aportar al ser y el hacer de los yucatecos.
“¿Cuál fue tu motivación para escribirlo?”
Debo señalar que desde hace mucho tiempo me he sentido atraído por el conocimiento que se puede obtener de otras culturas, en este caso de las del Lejano Oriente que se distinguen por su pensamiento filosófico, su creación artística y sus descubrimientos científicos; en general, su visión del mundo tan fecunda que desde tiempo inmemorial ha ejercido una fascinación poderosa en tantas personas que se han propuesto indagar más sobre sus valores y experiencias históricas.
Ahora bien, de modo más específico, ya con esta inclinación por las culturas orientales, durante el tiempo en que realizaba una investigación sobre otros aspectos de la historia de nuestra región, pude percatarme que en los periódicos locales de fines del siglo XIX había recurrentes alusiones a los chinos que llegaron a trabajar a Yucatán, esas notas despertaron mi interés y decidí reunir esa información en forma sistemática para entender mejor ese proceso tan singular.
“¿Cómo te gustaría que la red de salas de lectura promoviera tu libro?”
Sé que la red de Salas de Lectura realiza un esfuerzo importante para acercar los libros a un mayor número de ciudadanos que pueden disfrutar y aprender de sus contenidos. Sin embargo, como autor sólo puedo pensar que cada institución tiene sus propios métodos para cumplir sus propósitos, así que respeto plenamente los procedimientos que se formulen para ello. Por supuesto, espero que mi obra pueda encontrarse a disposición del público en los acervos de la red, ya que en la medida en que se difunda lo que contiene habrá más posibilidades de entablar un diálogo provechoso con los lectores, o por lo menos inspirar interés en esta clase de temas.
“¿A qué público consideras que está dirigido?”
Si bien el libro pudiera ser de interés para algún sector del mundo académico, en realidad lo escribí pensando en un público más amplio que pudiera encontrar en él un motivo para reflexionar sobre la historia y la diversidad cultural. Por eso la estructura de la obra no es muy compleja, pues está compuesta de ocho capítulos y cada uno de ellos contiene cuatro textos breves que condensan la información reunida y la interpretación que hago a partir de ella. Creo que una lectura ágil puede propiciar un acercamiento más directo al contenido, pues además se trata de un tema que de alguna manera está presente en la memoria colectiva de nuestra sociedad, pero pienso que era necesario trascender la mera comunicación oral y la dispersión de los datos documentados al respecto.
“Me gustaría que me platicaras de tu trabajo como antropólogo y como escritor para que todos los coordinadores tengan más información sobre ti”.
Creo que mi trabajo como antropólogo y como escritor se ha desarrollado en diversas vertientes que se apoyan mutuamente, porque tanto los investigadores como las personas que se dedican a la expresión literaria se enfrentan a la necesidad de explicarse e interpretar la realidad circundante, y para hacerlo existen diversos mecanismos que se traducen, fundamentalmente, en buscar interlocutores para dar continuidad a esa tarea. Nadie puede ser ajeno a su comunidad inmediata y al universo en que ésta se inserta, así que uno simplemente orienta su actividad cotidiana hacia la aventura inagotable de descubrir y compartir lo que la sociedad y la naturaleza ponen ante nuestros ojos, independientemente de la profesión u oficio de nuestra elección. Considero necesario tender cada vez más puentes entre disciplinas que no pueden concebirse aisladas sin perder su potencial y su rumbo hacia nuevas metas.
Sin duda es uno de los libros que no pueden faltar en nuestro acervo, tanto de sala de lectura como personal. Disfrutenlo.
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