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Básicamente es un servicio de atención especial para la pequeña infancia (de 0 a 6 años) que incluye, además de un espacio y un fondo de libros escogidos para satisfacer las necesidades de los más pequeños y de sus padres, el préstamo de estos libros, charlas periódicas sobre su uso y sobre los cuentos, asesoramiento y una atención constante por parte de los profesionales de la biblioteca hacia los usuarios".
Son espacios claramente diferenciados que permiten vincular a los bebés y a los padres con la literatura, situados en un lugares de fácil acceso desde la calle para los bebés y contando con toda la infraestructura necesaria, es decir, rampas de subida y bajada de cochecitos de bebés y lugares para poder "estacionar" dichos cochecitos.
Este espacio normalmente cálidos y confortables dotados con mobiliario y equipamientos adecuados que incitan a la tranquilidad, para lo cual se equipan con muebles ligeros, fácilmente transportables y con varios usos.
Se realizan diversas dinámicas para distribuir el espacio, donde los niños y niñas se identifican con el espacio eligiendo temáticas comprensibles y cercanas a ellos.
Son espacios con una buena señalización con carteles llamativos en sitios bien visibles y muy llamativos.
Con colecciones de libros cuidadosamente seleccionados, atendiendo a la estética, contenido y presentación. Atienden principalmente a las necesidades de los usuarios para propiciar una interacción no sólo entre los niños y los materiales, sino también entre los padres y los bebés. Por esta razón se seleccionarán libros para oír, mirar, descubrir, escuchar, sorprender, de la vida cotidiana, etc... Otra lineamiento especial que se da en la selección de los materiales e en relación a la edad ya que los formatos son pequeños y con diferentes texturas, una gran mayoría incluyen un juguete, sonido o movimiento para que el niño pueda interactuar con el libro.
Los libros son atractivos, ya que ayudan a incluir lo que rodea al niño en forma próxima y nuevas realidades que amplían su mirada.
Estos materiales se seleccionarán en función de la madurez de los niños cuya edad se sitúa entre 0 a 6 años. Es decir, se incluirán libros de diferentes niveles de complejidad con colores e ilustraciones sencillas y elementales para los más pequeños a pequeños textos con formas más complicadas para los más grandotes.
Durante la primera infancia el cerebro del niño es como una esponja y asimila gran cantidad de información. El niño en su desarrollo va pasando por distintas etapas en las que va a necesitando diferentes tipos de libros con diferentes niveles de complejidad.
Durante los dos primeros años los niños toman conciencia del mundo que existe a su alrededor a través de los sentidos donde lo importante no es el contenido de los libros, puesto que no tienen capacidad lectora, sino el entorno en el que toman contacto con ellos (un ambiente agradable, junto a sus padres).
En esta etapa los libros deben llamar la atención de los pequeños por lo que tienen que ser de colores vivos, agradables al tacto y sencillos de manejar. Son muy adecuados los libros sensoriales con texturas variadas y que permiten reproducir los sonidos. Complementarios a los libros son las cintas con rimas y canciones que les permiten explorar el lenguaje.
De dos a cuatro años el vocabulario del niño crece rápidamente con una estimulación adecuada. Mezclan la fantasía con la realidad y les gusta que se les cuente historias, por lo que son necesarios libros que despierten su curiosidad.
Los más adecuados son aquellos que a través de conceptos sencillos les muestran cómo es el mundo que les rodea, descubriéndoles fenómenos de la naturaleza o de su entorno más cercano (la vida en una ciudad, pueblo...). También aprecian mucho los libros que les permiten participar más activamente a través de juegos creativos.
A partir de los cuatro años y hasta los seis los niños sienten curiosidad por temas ajenos a su entorno habitual (otras civilizaciones, personajes fantásticos...) y al estar desarrollando su identidad individual buscan historias articuladas en torno a un personaje central y que, sobre todo, tengan un final feliz.
A esta edad disfrutan con las historias cómicas de fácil lectura y también con los libros ilustrados de cuentos.
Actividades:
El espacio juega un papel muy importante a la hora del desarrollo de las diferentes actividades que se llevan a cabo en la bebeteca estableciendo una distinción entre los rincones destinados para la lectura y los destinados a juegos y otras actividades.
Por medio de actividades recreativas dirigidas a niños de 2 a 6 años, y con una frecuencia periódica, se realiza un adiestramiento teórico y práctico a los padres, abuelos o tutores que participan y disfrutan junto a los pequeños en cada sesión. Ante esto los padres que juegan un papel fundamental a la hora de introducir al niño en el misterioso mundo de la lectura, se convierten en la actividad más importante.
Además en la bebeteca, se llevan a cabo otras actividades, como la lectura diaria no sólo por parte de los padres sino también por un club de narradores o cuentacuentos, ya que a los niños les gusta oir una historia con las diferentes entonaciones de voz. A esto se une la interpretación de canciones infantiles y rimas.
Otras actividades que se ofrecen son los programas de recreación didáctica, promoción de la lectura, proyección de videos, visitas guiadas, hora del cuento...
Normas:
Las normas de la bebeteca son las mismas que las de las bibliotecas, intentando en todo momento no caer en el error de permitir a los padres dejar solos a sus hijos con total libertad.
El niño posee un carnet de lector para ayudar a los niños a sentir la pertenencia a la biblioteca. Los datos que normalmente se asientan en dicho carnet son el nombre, apellido y foto del bebé. El usuario tiene una ficha personal, que se queda en la biblioteca y es el registro de la historia lectora del niño porque allí se irán anotando los libros que lleve en préstamo.
Padres e hijos encuentran en la bebeteca otra forma de jugar y estimular la creatividad e inteligencia. A través de esta modalidad de biblioteca se pueden desarrollar experiencias de estimulación temprana con la lectura, en la que padres y educadores ayudan al niño a adquirir y a desarrollar habilidades motoras, cognoscitivas y socio-afectivas; observando al mismo tiempo, cambios en el desarrollo.
Fotografía de http://chubutparatodos.com.ar
Entre las tendencias actuales nos encontramos la incorporación de materias a edades tempranas: inglés, música, informática, olvidando que las bibliotecas pueden ser un buen recurso para incorporarla a la vida del niño de manera natural, identificando libros y materiales desde su más temprana edad.
definitivamente las bebetecas ayudan a contribuir al futuro cambiando los hábitos de lectura de las familias.
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