La biblioteca de Don Quijote


ACTIVIDAD.

En memoria de Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Quijote y gran escritor.

Vamos nosotros también a dedicar esta reunión a recordar a Miguel de Cervantes, representando entre todos una escena de su libro maravilloso.



Tomada del libro "La hora del cuento" de Montserrat del Amo.*


Elección de personajes

Para la historia de la biblioteca de Don Quijote se necesitan cinco personajes:

Cervantes:

Para nuestra historia de hoy se necesita un niño, que quiera hacer el papel de Cervantes. ¡Nada menos que don Miguel de Cervantes Saavedra, una de las mayores glorias literarias de España! Nos hace falta un niño que ame los libros y que le guste escribir. ¡Tú! ¿Cómo te llamas?... (el chico dice su nombre). ¡No! Ya no te llamas (se repite el nombre). Ahora eres don Miguel de Cervantes Saavedra. Tened a bien subir al estrado, señor don Miguel, y aguarde su merced, que luego trataremos de lo que ha de acontecer.

Don Quijote:

Para Don Quijote nos hace falta un chico alto, delgado! Tú, por ejemplo! Pero ponte serio. Nos has de olvidar que eres el Caballero de la Triste Figura.

Ama:

También interviene en nuestra historia de hoy el ama de Don Quijote, una buena mujer que le cuidaba y atendía. Nos hace falta una niña con carita de hacendosa, de las que saben echar una mano en casa ayudando a poner la mesa o haciendo recados.

La sobrina:

La sobrina de Don Quijote sería una muchachita castellana, morena, con dos trenzas. ¡Como esta niña!

El barbero:

Los barberos de entonces no eran como los de ahora, que se limitan a cortar el pelo, afeitar a los clientes y todo lo más, se dedican a comentar el partido del domingo. Entonces sabían también algo de medicina y mucho de letras. Este niño, que tiene cara de leer mucho, nos puede servir para «barbero».

El cura:

Muy buenos consejos y razones le dio a Don Quijote el señor cura de su pueblo, pero como Don Quijote estaba loco no atendía a razones. Para cura elegiremos a un chico serio y formal, de los que nunca hacen travesuras. ¡Este!

Una vez repartidos los papeles, se colocan los niños ordenadamente a la derecha de la narradora y se hace pasar a la izquierda a medida que leen su parte.






Papeles para repartir a los niños

Cópiese a máquina, en líneas muy espaciadas.

El número se escribe grande y en lápiz rojo para que se vea a varios pasos de distancia.

Por último, se corta el papel por donde indican las rayas.

————————————



1


En un lugar de La Mancha,
de cuyo nombre no quiero acordarme,
vivía un hidalgo,
como de cincuenta años.
Era de complexión recia,
seco de carnes,
enjuto de rostro.

————————————



2


Se enfrascó tanto en la lectura de libros de caballería
que se pasaba las noches leyendo
de claro en claro
y los días de turbio en turbio,
y así, de poco dormir y mucho leer
vino a perder el juicio.

————————————



3


Hacerse caballero andante,
e irse por todo el mundo con sus armas y caballo
a buscar aventuras,
y a ejercitarse en lo que él había leído,
que los caballeros se ejercitaban,
deshaciendo todo género de agravios.

————————————



4


No hay por qué perdonar a ninguno
porque todos han sido los dañadores;
mejor será arrojarlos por las ventanas al patio
y allí hacer un rimero dellos
y pegarles fuego.



————————————



5


He oído decir
que es el mejor
de todos los libros que de este género
se han compuesto.
Como a único de su arte
se debe perdonar.

————————————



6


Vengan
¡y al corral con ellos!

————————————



7


Estos no merecen ser quemados
como los demás,
porque no hacen ni harán
el daño que los de caballerías han hecho.
Que son libros de entretenimiento
sin perjuicio de tercero.

————————————



La biblioteca de Don Quijote

(Don Quijote de la Mancha, capítulos I y VI.)

Estoy seguro de que todos habéis oído hablar de Don Quijote de la Mancha, ¿Verdad que sí?

Entonces ya sabéis que Don Quijote no es una persona de verdad, sino un personaje inventado por un famoso escritor español que se llamaba Miguel de Cervantes.

Me temo que Miguel de Cervantes no se parecía mucho a este chico que tenemos aquí, y que lo va a representar. Cervantes nació en 1547 y este chico ¿en qué año has nacido?... Cervantes escribía con una pluma de ave y éste con bolígrafo. Cervantes combatió en la batalla de Lepanto y éste sólo lucha con sus amigos o sus hermanos. A pesar de todas las diferencias tú nos vas a decir las mismas palabras que pensó y escribió Cervantes en ese libro que empieza así:

1

Cervantes:

En un lugar de La Mancha,
de cuyo nombre no quiero acordarme,
vivía un hidalgo...
como de cincuenta años.
Era de complexión recia,
seco de carnes,
enjuto de rostro.

Ya tenemos aquí a Don Quijote. Era alto, delgado, con la cara alargada y seria, como le hemos visto tantas veces pintado. Este señor tenía tierras, cuidaba de su hacienda, gustaba de la caza y también de la lectura. Todo iba bien al principio, pero con el tiempo...

2

Cervantes:

Se enfrascó tanto en la lectura de libros de caballerías
que se pasaba las noches leyendo
de claro en claro
y los días de turbio en turbio
y así, de poco dormir y del mucho leer
vino a perder el juicio.

Se volvió loco y entonces quiso hacer lo mismo que contaban los libros de caballerías. Los libros de caballerías eran los libros de aventuras de entonces, donde los caballeros andantes combatían heroicamente en honor a su dama, perseguían a los malhechores y defendían a los débiles. Entonces, Don Quijote decidió:

3

Cervantes:

Hacerse caballero andante,
e irse por todo el mundo con sus armas y caballo
a buscar aventuras,
y a ejercitarse en lo que él había leído
que los caballeros se ejercitaban:
deshacer todo género de agravios.



¡Fijaos! A Don Quijote le pasa lo mismo que a vosotros: que si leéis muchos tebeos de golpes y puñetazos, empezáis a pegaros y, si leéis novelas del Oeste, jugáis a los indios. Lo malo es que Don Quijote no leía más que eso, libros de caballerías. Lo malo es que vosotros no leéis más que historias de golpes y puñetazos.

Sin pararse a pensarlo, Don Quijote busca las armas, lanza y escudo, que habían pertenecido a sus bisabuelos, monta en su caballo «Rocinante» y sale en busca de aventuras. Su intención era buena, pues él quería deshacer agravios, o sea remediar todas las injusticias, pero trataba de hacerlo de un modo exagerado y falto de razón. Llega a un mesón donde todos se burlan de él, y después los mozos de unos mercaderes le derriban del caballo y le apalean. Tirado en el suelo y todo dolorido por la paliza, le encuentra un labrador de su pueblo que, compadecido, le lleva de regreso a su casa cargado sobre el borrico.

Al verle llegar tan dolorido, todo son lamentaciones y, al día siguiente, se reúnen el ama y la sobrina de Don Quijote junto con el cura y el barbero del pueblo y deciden hacer una revisión en la biblioteca de Don Quijote, para quitar de allí los libros que le habían trastornado el juicio.

4

Sobrina:

No hay por qué perdonar a ninguno
porque todos han sido los dañadores;
mejor será arrojarlos por las ventanas al patio
y allí hacer un rimero dellos
y pegarles fuego.

El ama pensaba lo mismo, pero el cura dijo que era mejor leer los títulos y separar los buenos de los malos. Quemar los libros malos y conservar los buenos.

El primer libro que sacaron de las estanterías se titulaba «El Amadís de Gaula», un libro de caballerías muy famoso entonces, y ya iban a tirarlo por la ventana, cuando dijo el barbero:

5

Barbero:

He oído decir
que es el mejor de todos los libros que deste género
se han compuesto.
Como único de su arte
se debe perdonar.

Pusieron aparte «El Amadís de Gaula», para guardarle en atención a sus méritos, pero condenaron al fuego otros muchos libros de caballerías. El ama los tiraba por la ventana muy contenta.

6

Ama:

Vengan
y ¡al corral con ellos!



Encontró después el barbero dos libros pequeños y se los dio al cura que, después de hojearlos y viendo que eran de poesía, dijo:

7

Cura:

Estos no merecen ser quemados
como los demás,
porque no hacen
ni harán el daño que los de caballerías han hecho;
que son libros de entretenimiento
sin perjuicio de tercero.

Se salvaron de la quema los libros de poesía y todos los de temas históricos y también alguna novela de aventuras y libros de caballerías que por sus especiales valores se lo merecían. Y así quedó la biblioteca de Don Quijote muy arreglada y con los libros precisos.

Lo malo es que Don Quijote ya estaba loco con una locura idealista y razonable a veces, y volvió a salir en busca de aventuras.

Le ocurrieron muchas y todas ellas están escritas en una novela que se llama «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha», uno de los mejores libros que se han escrito en el mundo.

Esto es lo que pasó una tarde en la biblioteca de Don Quijote:

Pero ¡no! Todavía no ha terminado la historia.

Vamos a pensar lo que pasaría esta tarde en una de vuestras casas si vinieran el ama, la sobrina, el barbero y el cura a haceros una visita y a inspeccionar vuestra biblioteca como hicieron con la de Don Quijote.

La primera dificultad estaría en encontrar «tu biblioteca». ¿Dónde está? ¿Dónde guardas tus libros? ¿Debajo de la cama? ¿Dentro de la cartera del colegio? ¿En el comedor?

Porque en casa hay un sitio para cada cosa. Los platos están en el vasar de la cocina, muy bien colocados y dispuestos, y los calcetines, en el armario de la ropa. Lo único que no tiene sitio fijo son los libros, que andan rodando de un sitio para otro. ¡Y no puede ser! Aunque haya pocos libros en casa, deben estar bien guardados, en sitio de honor, y a disposición de toda la familia. Tienen que estar en una «biblioteca». Da lo mismo que sea un cajón de huevos cubierto con un tapete, o un mueble grande y precioso. El caso es conseguir un lugar digno para los libros, lejos de los tazones o los calcetines.

Ya están el cura, el barbero, la sobrina y el ama frente a la biblioteca. Empiezan a mirar los libros. Uno por uno ¿qué opinan?

-Esta historia de luchas y puñetazos ¡al fuego!

-Y este otro, que no habla más que de engaños y violencias ¡al fuego!

-Y este también.

Se salvarían de la quema ¡seguro! tus libros de escuela, la enciclopedia y la geografía, pero... ¿alguno más? ¿Tienes en tu casa un libro, un verdadero libro, interesante, divertido, bien escrito, que te proporcione muchas horas de entretenimiento, que ensanche tus conocimientos, que abra ante ti las ventanas del mundo? ¿Tienes un libro siquiera, que sea digno de salvarse de la revisión del cura, el barbero, el ama y la sobrina?

_____________________________________________________________________________________
Título: La hora del cuento

Publicación: Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2004

Título de serie: Literatura Infantil y Juvenil. Crítica e Investigación

Portales:

* Biblioteca de literatura infantil y juvenil
* Montserrat del Amo


Materias:

* CDU
o 02. Biblioteconomía. Bibliotecología.
* Encabezamiento de materia
o Animación social
o Difusión cultural
o Lectura
o Niños - Libros y lectura
o Recreo - Animación



CDU: 028

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